De Corbeta a Patrullero, “Infanta Cristina” P-77 (6)

Actividades en la Escuela Naval Militar

A bordo en Marín, 14 de septiembre de 2023

La Armada está en buenas manos con la generación de futuros oficiales que viene por la proa

El Comandante del buque impartió una conferencia acerca de la historia del barco

Alumnos de segundo y cuarto curso de Sanidad embarcaron a bordo y navegaron unas cuantas millas en el tránsito a Alicante. También zarparon dos lanchas de instrucción que sirvieron para aplicar todo lo aprendido hasta ahora en un auténtico buque de guerra

La dotación conoció las entrañas de la ENM y los oficiales a bordo recordaron con orgullo y nostalgia sus años de aspirantes en un centro de excelencia como es la Escuela

Jorge Zea/Jerónimo Martínez

Comienza una nueva singladura a bordo del Patrullero “Infanta Cristina” y ponemos proa a Alicante donde se vivirán momentos realmente emocionantes al suponer el último puerto donde haga escala este emblemático buque y que tanto ha dado a España en sus 43 años de servicio. Y como lo prometido es deuda póngase cómodo para disfrutar de un nuevo capítulo en este caso sobre las andanzas de los imberbes pero animosos alumnos a bordo.

Como no podía ser otra manera desde nuestra llegada a este imponente centro de formación, los alumnos tomaron el protagonismo a bordo y pudimos comprobar que la Armada está en buenas manos con la generación de futuros oficiales que viene por la proa. Durante estos breves pero intensos días los alumnos de la Escuela pudieron embarcar y conocer de primera mano, al último buque de la clase “Descubierta” y que muy a nuestro pesar aunque ley de vida como todo, en pocos días pasara a ser historia de la Armada.

A bordo, el Comandante entusiasmado con la visita de los futuros oficiales impartió una conferencia acerca de la historia del barco, despliegues y misiones en los que ha participado, características del buque y sus cometidos en las últimas navegaciones operativas. Los alumnos también aprovecharon para recorrer el barco y ver los compartimentos de los que en un futuro serán ellos los responsables, como por ejemplo el Centro de información y combate, la central de máquinas, la radio o el puente de navegación.

Durante la salida a la mar un afortunado y nutrido grupo de alumnos de segundo y cuarto curso y otros del Cuerpo Militar de Sanidad embarcaron a bordo y nos acompañaron durante unas cuantas millas en nuestro tránsito a Alicante. En esta salida también zarparon dos lanchas de instrucción donde los alumnos se adiestran en su día a día. Fue una experiencia realmente interesante y enriquecedora ya que los alumnos pudieron aplicar todo lo aprendido hasta ahora en un auténtico buque de guerra. Daba gusto ver el puente abarrotado de guardiamarinas ávidos por aprender donde se hicieron con el control llevando desde el timón hasta las comunicaciones pasando por la navegación, en este caso costera, gracias a un equipo de navegación formado por aspirantes. Aprovechando que se encontraban dos lanchas de instrucción también en la mar, se realizaron ejercicios de evoluciones y banderas, capitaneados y dirigidos por los alumnos de cuarto curso y ejecutados por los de segundo. Estamos a buen seguro que la experiencia que han vivido estos alumnos, aunque breve, no la olvidaran y la recordarán con cariño a largo de su carrera militar.


Por su parte, la dotación pudo conocer las entrañas de la Escuela Naval y hacerse una idea de cómo es el día a día a bordo ya que al coincidir en días laborables la actividad en este centro no cesa y era raro no ver algún alumno con la lengua fuera de una actividad a otra. Los oficiales de a bordo también recordaron con orgullo y cierta nostalgia aquellos días en los que fueron esos aspirantes algo abrumados por esa actividad tan frenética quse espera de un centro de excelencia como es la Escuela pero al mismo tiempo con ilusión por convertirse en un marino de guerra y el futuro tan apasionante que les deparaba al cruzar la puerta de “Carlos I” tras la entrega de despachos como Alférez de Navío.

A esto hay que añadir el buen tiempo que nos acompañó durante toda la estancia en Marín y que permitió a la dotación disfrutar de Marín y sus alrededores cada vez tan de moda como son las Rías Bajas.

Lo dicho, navegamos hasta Alicante para seguir dando lo mejor de nosotros y lo que se espera que no es otra cosa que continuar dejando el pabellón bien alto. Os esperamos para una nueva entrega donde os contaremos el discurrir de las ultimas singladuras de este veterano buque.

Un fuerte y marinero abrazo!



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