Patrullero “Formentor”:Treinta y cuatro años de servicio a España, y muchos más por la proa

erónimo Martínez

El próximo 13 de julio tendrá lugar el relevo de mando del Patrullero de la Armada con base en Cartagena, “Formentor” P-82. Ese día, el actual Comandante, el Teniente de Navío Sergio Duce Borao entregará el Bastón de mando a su sucesor, el también TN Carlos Paula. Con tal motivo, Geoestrategia y Seguridad siglo XXI (GEOES 21) ha entrevistado al Oficial saliente para conocer aspectos relevantes del buque en sus vertientes de capacidades, misiones operativas y características.

P.-¿Cuál sería el resumen de su tiempo a bordo en el “Formentor”?

R.-Cuando se produce un relevo de mando entre comandantes entrante y saliente, en la Armada se usa la fórmula de desear suerte al entrante y al saliente enhorabuena. A mi esa suerte me ha acompañado pues me siento satisfecho al cumplir al máximo las salidas a la mar previstas para participar en misiones operativas y colaboraciones con otras unidades. El barco siempre ha estado alistado, las averías nos han respetado y el estado de la plataforma siempre ha sido el adecuado. A su vez, el papel de la dotación ha sido excelente. El buque cuenta con una dotación muy reducida, en la que todos sus efectivos asume sus responsabilidades de manera extraordinaria y con un plus de liderazgo a todos los niveles, lo que nos permite alcanzar los objetivos marcados. Pese a nuestras reducidas dimensiones y dotación, estos buques siguen cumpliendo su misión a la perfección.

Afortunadamente la razón de ser de este tipo de unidades sigue estando vigente, y ello nos permite personificar el papel de la Armada, y de manera particular de las unidades de la Fuerza de Acción Marítima (FAM) como principal referente de la Acción del Estado en la mar, visibilizando ese papel a través de misiones de vigilancia y control del espacio marítimo de soberanía. En nuestro caso, por las características del buque y composición de la dotación, operamos en la mar en torno a unas ocho o diez horas diarias, recalando en horario de tarde en puertos donde habitualmente no se ven barcos de la Armada. Ello nos permite abrir nuestras puertas, recibir visitas de ciudadanos y a las autoridades navales/representantes marítimos de la zona, con el objeto de aumentar el conocimiento mutuo y el papel que las unidades de la FAM asumimos en entornos litorales. Somos una herramienta valiosa para incrementar el contacto de la Armada con la sociedad a la que servimos.

Este año de mando, ha sido mi primera experiencia como Comandante de unidad y no puedo más que estar agradecido a la Armada por haber confiado en mi para mandar el “Formentor”, a mi dotación por ser los verdaderos protagonistas de que el buque haya cumplido con su misión en todo momento y a la Virgen del Carmen, por protegernos cuando estamos en la mar.

P.-¿Se ha producido algún enfrentamiento en la mar o alguna misión comprometida durante estos dos años al frente del patrullero?

R.-En esta plataforma no he enfrentado ningún escenario de comprometida resolución. El área de presencia y vigilancia en la que este buque habitualmente opera, abarca desde el litoral almeriense hasta Gerona e Islas Baleares. En estas zonas los escenarios más complejos susceptibles de encontrarnos podrían ser los de emigración irregular, tráfico de seres humanos, tráfico de estupefacientes u otros eventos en los que pudiera haber riesgo de peligro de vida humana en la mar, etc. Sumando a los cometidos operativos de monitorización de tráfico mercante en nuestras aguas territoriales, monitorización de actividad pesquera de bajura, protección del patrimonio arqueológico submarino y de espacios naturales protegidos por la Red Natura 2000, así como de mantener una política muy activa de difusión de las labores de la Armada en pos de la seguridad marítima a los buques que operan en nuestra misma zona de vigilancia.

Yo, en mi mando, no he tenido que enfrentarme a ninguna situación de gran complejidad como antes mencioné, pero en todo momento el buque está preparado y adiestrado para actuar frente a cualquier acto ilícito que pudiera producirse en la mar, capacidad de informar en tiempo real al COVAM (Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima) en Cartagena para, en caso necesario, actuar y coordinar con otras agencias estatales con competencias en la mar.

P.-¿Qué diferencia a estos barcos de la serie “Toralla” respecto a otros de la FAM?

R.-Estos son los patrulleros marítimos más pequeños de la Armada junto a los de reciente incorporación como son el “Isla de León” que tiene su base en Ceuta y próximamente el “Isla Pinto” en Melilla. En este caso solo existe un Oficial a bordo, lo que limita la permanencia diaria en la mar. Eso nos hace operar en períodos no continuados de 24 horas sino de ocho/diez horas y siempre en entornos litorales como son nuestras aguas territoriales. Al contrario que los de mayor desplazamiento y capacidades que lo hacen a más millas de distancia que los “Toralla” y en períodos mucho más prolongados. Una parte importante de nuestra actuación en la mar, es que nosotros queremos que se vea el pabellón de un barco de la Armada transitando por aguas territoriales, que la comunidad pesquera de bajura que faena en estas aguas o embarcaciones de recreo observen y oigan por radio a un barco de la Armada realizando labores de vigilancia, que en aquellos espacios marítimos protegidos por su valor medioambiental vean que la Armada vigila para que no se cometa ninguna infracción contra el medio ambiente.

Y creo que a su vez es importante reseñar, que somos una dotación reducida -diez personas-lo que limita la capacidad de permanencia del buque en la mar respecto a nuestros hermanos mayores como son el resto de patrulleros o buques de Acción Marítima, aunque he de decir que el equipo humano que me acompaña a bordo es excelente en el desempeño de sus funciones y que lo hacen asumiendo un papel de liderazgo individual a todos los niveles con cargas de responsabilidad mayores a las que tendrían en buques con mayores dotaciones. Esa suma de esfuerzos y sacrificios individuales, nos permite cumplir los cometidos operativos asignados.

P.-¿Cuando nace este barco y por qué?

R.-Este es el segundo barco de la clase “Toralla” y el último de ocho buques que se construyeron en los Astilleros “Viudes” de Barcelona. Los seis primeros fueron entregados a la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), que constituyen la clase “Alcaraván”, y los dos últimos el “Toralla” y “Formentor” entró en servicio en el año 1989 y tuvo su primera base de estacionamiento en el puerto de Valencia, para posteriormente operar desde el Arsenal de Cartagena.

Inicialmente iba a ser una serie de barcos, los seis primeros, destinados a Aduanas, y los dos segundos, el “Formentor” y “Toralla” fueron entregados a la Armada. El “Formentor” entró en servicio en el año 1989 y tuvo su primera base de estacionamiento en el puerto de Valencia, para posteriormente llegar a Cartagena.

P.-¿Cuáles son sus características principales?

R.-Tiene treinta metros de eslora, seis de manga, dos de calado y dos motores diésel MTU con 4000 caballos de potencia que permitirían desarrollar hasta 20 nudos de velocidad máxima con una capacidad de crucero de 12 nudos. Presenta un consumo bajo de combustible con 100 litros a la hora a velocidad de crucero, sistemas optrónicos de vigilancia, radar, armamento ligero y capacidad de comunicaciones en todo momento por cobertura móvil siempre que operamos cerca de costa o satélite si nos separamos de ella. El casco es de fibra con recubrimiento de madera. Inicialmente el diseño estaba dirigido a buques de vigilancia aduanera, que quizás difieran del concepto de buque de guerra tradicional. La estanqueidad por ejemplo no está diseñada con los estándares de un buque militar. Es un barco que desplaza muy poco, poco más de 100 toneladas lo que permite poder operar con ligereza y desarrollar una velocidad adecuada con la planta propulsora que posee.

Ahora mismo, como decía anteriormente, la dotación está conformada por diez efectivos, un Oficial, dos Suboficiales, dos Cabos Primeros y cinco marineros, que ejecutan un trabajo muy similar a los barcos de mayores dimensiones, si bien teniendo que desarrollar un plus de liderazgo individual para cumplir sus responsabilidades con un número de efectivos muy reducido en comparación a buques de mayores dimensiones.

Jerónimo Martínez Gómez

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