Conociendo a fondo el Patrullero de Altura “Tarifa” (8)
A bordo en la mar, a 7 de julio de 2023
Jerónimo Martínez Gómez
Diego Adolfo García Navarro, AN-Jefe de Aprovisionamiento y de Cuenta y Razón
P.-¿Qué funciones tiene el Oficial de Aprovisionamiento?
R.-El cargo conlleva gestionar la entrada y salida de alimentos. Un primer escalón de lo que hay en tierra y a bordo, sobre todo alimentos y material de limpieza. Es una tarea imprescindible, tenemos numerosas formas de coordinarse, entre ellas aplicaciones para estar al día pues hay que estar pendientes de lo que sale y entra, para tener los víveres necesarios para afrontar la navegación.
P.-¿Cómo funciona la cocina del buque?
R.-Estamos limitados en espacio y material. Se necesitan mínimo cinco personas para funcionar, un Cabo primero y marineros de apoyo. Yo gestiono la entrada y salida de alimentos mientras que el Cabo Primero, Antonio Orellana. es el jefe de la coicna y responsable de víveres. Existen dos turnos de comida, uno de 13 a 15 y el segundo de 19 a 21 horas.
P.-¿Cuántas raciones reparten diariamente en cada turno?
R.-Depende de las personas, entre 30 y 40.
P.-¿Existe coordinación con el Servicio de Sanidad?
R.-Sí. Hay una estrecha coordinación con este servicio sanitario que es el que da visto bueno a los menús previstos para la navegación, para que sean razonables, con un compensado aporte calórico y cualquier otra consideración necesaria. Se pasa a la firma y ahí queda el menú cerrado.
P.-¿Se repite el menú en las campañas?
R.-Se repiten algunas veces dependiendo de la duración de la navegación, ya que pueden durar, como en este caso, más de 50 días. Por el catálogo de víveres tenemos que ceñirnos al abanico de posibilidades existentes, y en alguna ocasió toca repetir menú, pero no suele darse el caso.
P.-¿Qué presupuesto tienen para afrontar todo este gasto?
R.-Disponemos de un presupuesto por persona y día cifrado en 10,50 euros. Con arreglo a ello nos marcamos un techo de gasto que no podemos rebasar.
Antonio Orellana.-Cabo Primero, cocinero PA “Tarifa”
P.-¿Qué tiempo lleva usted en la Armada?
R.-Llevo 20 años de servicio. He estado destinado en diversos destinos en Rota y Cartagena, ahora a bordo del “Tarifa”. Entré en la Armada con 18 años y me formé en la ESENGRA de Ferrol. Desde entonces he ido perfeccionando la especialidad hasta hoy día. No tengo tradición familiar en este oficio pero a mi siempre me ha llamado la atención saber cocinar.
P.-¿Donde se aprende mas, en la Escuela o en los barcos?
R.-En los barcos, sin duda. Siempre he aprendido de los compañeros y de los suboficiales cocineros. Poco a poco cada uno va aplicando su forma de elaborar los platos porque lo importante es que el producto final tenga calidad.
P.-¿Qué platos son sus preferidos?
R.-Se me dan bien algunos tipos de platos como pueden ser la lasaña, carrillada, algún guiso, etc.
P.-¿Cuando llegó a este buque y qué diferencia encontró respecto a otras unidades?
P.-¿Está permitida la innovación en la elaboración de platos?
R.-Siempre intentamos innovar para evitar repetir platos. Es lo que se dice un “calentamiento de cabeza diaria”. La carta suele repetirse y, por ejemplo, en una navegación de 50 días como la actual ya hemos repetido tres veces algunos platos. En los caladeros de dieciocho días repetimos alguna guarnición y guiso, pero lo demás es variado, aunque comamos dos o tres veces en la campaña siempre intentamos hacerlo diferente.
P.-¿Qué personal le acompaña en el servicio?
R.-Actualmente tengo a mi cargo tres marineros que, junto a mi, desempeñamos varias funciones tanto en cocina como la repostería, sacamos el congelado. La verdad es que los cuatro somos un equipo.
Diana Isabel Cardona Jiménez.-Marinero hostelero
P.-¿Por qué decidió trabajar en cocina?
R.-Siempre me gustó la cocina. Antes de entrar en la Armada ya trabajaba en la hostelería.
P.-¿Su destino inicial fue éste o lo solicitó?
R.-Estuve destinada en corbetas, fragatas, patrulleros y ahora en el “Tarifa”. La verdad es que en todos los barcos he aprendido mucho, sobre todo de los compañeros y cada barco también depende de su clase. Te da la oportunidad de aprender tareas diversas como puede ser el zafarrancho de combate, entre otras. A mi me encanta la cocina, sobre todo inventar platos, fundamentalmente las salsas que se me dan bien. Improviso diariamente. En este destino pasamos bastante calor pero es nuestro trabajo y no podemos hacer otra cosa.
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